El trastorno explosivo intermitente (TEI) es un trastorno de control de los impulsos caracterizado por episodios de agresión verbal o física desproporcionada en respuesta a situaciones de estrés. Sus partes principales incluyen:

1. Episodios de agresión: Son la característica central del TEI. Durante estos episodios, la persona experimenta una pérdida de control y responde con agresión verbal o física, que puede ser desproporcionada a la situación desencadenante.
2. Desproporción: Los episodios de agresión son excesivos en relación con la provocación percibida. Esto significa que la respuesta de la persona es mucho más intensa de lo que la situación justificaría normalmente.
3. Intermitente: Los episodios de agresión no son constantes, sino que ocurren de manera intermitente, con períodos de relativa calma entre ellos.
4. Trastorno de control de impulsos: El TEI se clasifica dentro de los trastornos de control de impulsos, lo que significa que implica dificultades para controlar los impulsos y las reacciones emocionales.
5. Estrés como desencadenante: Los episodios explosivos suelen ser desencadenados por situaciones estresantes o frustrantes, aunque la respuesta es desproporcionada en relación con el desencadenante.
6. Impacto funcional: El TEI puede causar problemas significativos en diversas áreas de la vida de la persona, incluidas las relaciones interpersonales, el trabajo y la vida familiar.

El TEI puede requerir intervención terapéutica, que a menudo incluye terapia cognitivo-conductual, manejo de del estrés y, en algunos casos, medicación. Es importante buscar ayuda profesional si alguien experimenta síntomas de TEI para recibir un diagnostico adecuado y un plan de tratamiento adecuado.