TDAH

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico caracterizado por un patrón persistente de inatención, hiperactividad e impulsividad que es más frecuente y severo que lo que se observa típicamente en individuos en un nivel similar de desarrollo. El TDAH afecta tanto a niños como a adultos y puede tener un impacto significativo en la escuela, el trabajo, y las relaciones interpersonales. Se cree que está influenciado por factores genéticos, aunque el entorno también juega un papel importante.

Existen tres tipos principales de TDAH, basados en los síntomas predominantes:

  • TDAH tipo inatento: Anteriormente conocido como trastorno por déficit de atención (TDA), los individuos con este tipo tienen dificultades significativas para mantener la atención, seguir instrucciones detalladas, y organizar tareas y actividades. Pueden parecer soñadores, distraídos o desorganizados. Este tipo es más difícil de identificar que los otros, especialmente en niñas y mujeres.
  • TDAH tipo hiperactivo-impulsivo: Los individuos muestran comportamientos hiperactivos e impulsivos, como moverse constantemente, hablar excesivamente, interrumpir a los demás y tener dificultades para esperar su turno. La inatención no es tan predominante en este tipo.
  • TDAH tipo combinado: Es el tipo más común y ocurre cuando un individuo tiene síntomas tanto de inatención como de hiperactividad e impulsividad. Este diagnóstico se hace cuando se cumplen los criterios de síntomas para ambos, inatención e hiperactividad-impulsividad.

 

El diagnóstico del TDAH se basa en criterios clínicos detallados que incluyen, pero no se limitan a, la duración de los síntomas (deben estar presentes por al menos 6 meses), la edad de inicio (antes de los 12 años), y el grado en que los síntomas interfieren con el funcionamiento diario en más de un entorno (por ejemplo, en casa y en la escuela).

El tratamiento para el TDAH puede incluir medicación, terapias conductuales, entrenamiento en habilidades sociales, y modificaciones en el entorno educativo o laboral. La combinación de medicación y terapia suele ser más efectiva. La intervención temprana y un enfoque de tratamiento personalizado son clave para manejar el TDAH de manera efectiva y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.