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¿Qué es el trastorno de la alimentación compulsiva?

El trastorno de la alimentación compulsiva, también conocido como trastorno por atracón, es una enfermedad mental en la que una persona come grandes cantidades de comida en un corto período de tiempo, a menudo de manera descontrolada y sin sentir hambre física. Este comportamiento se acompaña de sentimientos de culpa, vergüenza y falta de control.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas del trastorno de la alimentación compulsiva pueden incluir:
 
  1. Atracón recurrente: Consumo de grandes cantidades de comida en un período corto, generalmente en secreto.
  2. Sensación de falta de control durante los episodios de atracón.
  3. Consumo rápido de alimentos durante los atracones.
  4. Comer hasta sentirse incómodamente lleno, incluso cuando no se tiene hambre física.
  5. Sentimientos de culpa, vergüenza o remordimiento después de los atracones.
  6. Comer solo debido a la vergüenza por la cantidad de comida que se está consumiendo.
  7. Intentos repetidos y fallidos de controlar o detener los atracones.
  8. Preocupación excesiva por el peso y la forma corporal.
  9. Depresión, ansiedad u otros problemas emocionales.
  10. Fluctuaciones de peso frecuentes o significativas.
  11. Evitar actividades sociales, profesionales o académicas debido a la vergüenza asociada con el trastorno.

¿Cuáles son sus tratamientos?

El tratamiento del trastorno de la alimentación compulsiva puede incluir una combinación de enfoques terapéuticos, que pueden adaptarse según las necesidades individuales. Algunos tratamientos comunes son:
 
  1. Terapia cognitivo-conductual (TCC): Ayuda a identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos negativos relacionados con la alimentación y la imagen corporal.
  2. Terapia interpersonal: Se centra en mejorar las habilidades de comunicación y las relaciones interpersonales para abordar los problemas subyacentes que contribuyen al trastorno.
  3. Terapia psicodinámica: Explora las experiencias pasadas y las emociones reprimidas que pueden influir en los hábitos alimenticios y la relación con la comida.
  4. Terapia familiar: Involucra a la familia en el proceso terapéutico para mejorar el apoyo y la comprensión, y abordar dinámicas familiares que puedan contribuir al trastorno.
  5. Terapia nutricional: Proporciona educación sobre la nutrición adecuada y ayuda a desarrollar hábitos alimenticios saludables y un patrón de alimentación regular.
  6. Medicación: Aunque no existe un medicamento específico aprobado para el trastorno de la alimentación compulsiva, a veces se recetan medicamentos para tratar síntomas como la depresión, la ansiedad o los trastornos del estado de ánimo que pueden coexistir.
  7. Grupos de apoyo: Participar en grupos de apoyo, ya sea en persona o en línea, puede proporcionar un espacio seguro para compartir experiencias, obtener apoyo emocional y aprender estrategias de afrontamiento.
 
 
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